La energía hidráulica o hidroeléctrica es una forma de utilización
de la energía usada desde siempre. En el pasado se trataba de una clase
trabajo más mecánica, mientras hoy en día se trata casi exclusivamente
de electricidad generada por plantas hidroeléctricas.
Básicamente,
el mismo principio se aplica siempre: en el campo de gravedad de la
tierra, la energía potencial del agua se convierte en energía cinética
de un flujo en movimiento. Por contacto adicional con las láminas de
una turbina, ésta comienza a girar y una parte de la energía cinética
es transferida al eje de la turbina. La rotación del eje de de la
turbina representa la fuerza mecánica para la propulsión del generador.
El generador convierte esta energía rotatoria en electricidad.
Las
centrales eléctricas hidroeléctricas se utilizan por muchos siglos y
las turbinas más viejas para la producción de electricidad fueron
instaladas hace más de 200 años.
Las centrales eléctricas
hidráulicas experimentan hoy un pequeño renacimiento. El potencial sin
embargo está a menudo presente en instalaciones pequeñas como micro o
pequeñas centrales hidroeléctricas (<100kW) o en pequeñas turbinas
hidráulicas (0.1 - 1MW). Particularmente mucho potencial inutilizado
puede ser encontrado en las montañas en zonas rurales de muchos países
en desarrollo. La tecnología durable y confiable tiene mucho potencial
para contribuir a cubrir tanto la demanda básica como la máxima.
Se
puede hacer otra distinción dependienda de la altura de caída: plantas
de alta presión (altura de caída > 100m), plantas de presión media
(altura de caída: 15m-100m) y plantas de la presión baja (altura de
caída hasta 15m).
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